En la pasada Feria del Libro de Santander se publicó un Cuaderno con Relatos a pie de calle entre los que se encontraba uno escrito por mí que tengo el gusto de compartir con vosotros:
Aquella Semana había llovido abundantemente y no habían sido unos buenos días para los vendedores de libros. A pesar de que colocaron sus jaimas o tiendas en las calles con mucha ilusión y esfuerzo para acercar las historias a los lectores, sólo quedaban dos días para que acabase la Feria del Libro de aquella ciudad y se habían vendido muy pocos ejemplares.
Sin embargo aquel sábado, el penúltimo día de la Feria, aún les iba deparar una sorpresa. Atardecía, ese momento del día que inspira lo mágico, cuando se acercó por allí un personaje singular... pinchar aquí
martes, 2 de marzo de 2010
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