El 6 de diciembre de 2012, conmemoración de la Constitución del Reino de España de 1978, aprovechando que el día salió bueno entre tanta lluvia y nieve otoñal, realicé una excursión con mis hijas con la intención de pisar la nieve (ñevi como dicen los pasiegos) y disfrutar un poco de ella. Pasamos por la Braguía y desde allí vimos nevados los picos del Porracolina y Castro Valnera, pero había que subir más si queríamos tocarla. Pasamos por Vega de Pas y subimos una parte del Puerto de Estacas de Trueba, cerrado por la nieve en su punto más alto, llegando antes a la conocida cascada donde nace el río Yera, afluente del Pas. Allí nos detuvimos y nos tiramos unas bolas para estrenar la temporada de nieve y contemplar la magnífica cascada. En la bajada nos deleitamos con el paisaje típicamente pasiego, sus pindios praus, los tradicionales muros de piedra seca, las cabañucas con techo de pizarra y algún puente muy singular y bucólico que parecía sacado de un cuento o de un belén ahora que nos acercamos a las fechas navideñas. Una pintada en una de las cabañas pasiegas reivindicaba, como un grito mudo, el ancestral modo de vida de este valle cántabro.
La visión de la espectacular y ya deteriorada Estación de Yera, colgada de la ladera de la montaña, siempre produce un halo de nostalgia recordando el inconcluso trayecto del tren 'Santander-Mediterráneo' mientras se llega de nuevo al alegre pueblo de 'La Vega de Pas' sintiendo el olor de los sobaos recién hechos. El sol nos respetó toda la mañana y la excursión, a pesar de ser en coche, resultó muy entretenida. Os dejo el vídeo con la gaita montañesa de Luétiga de fondo y las fotos realizadas por mis hijas, Carmen y Sara, que esta vez fueron mis colaboradoras gráficas.
Nieves del Tardíu en el Valle del Pas
Entradas relacionadas: Ascensión a Castro Valnera y breve historia de un pasiego, en memoria de Policarpo 'Carpio el de la Braguía'.
La visión de la espectacular y ya deteriorada Estación de Yera, colgada de la ladera de la montaña, siempre produce un halo de nostalgia recordando el inconcluso trayecto del tren 'Santander-Mediterráneo' mientras se llega de nuevo al alegre pueblo de 'La Vega de Pas' sintiendo el olor de los sobaos recién hechos. El sol nos respetó toda la mañana y la excursión, a pesar de ser en coche, resultó muy entretenida. Os dejo el vídeo con la gaita montañesa de Luétiga de fondo y las fotos realizadas por mis hijas, Carmen y Sara, que esta vez fueron mis colaboradoras gráficas.
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